Florecilla me ha hecho reflexionar y creo que voy a dedicar alguna que otra entrada a los versus entre la canción original y las versiones.
Aquí la versión original de Extreme
y aquí os presento a Sungha Jung, un niño prodigio que hipnotiza con solo mirar cómo toca. Parece que sus delicados y diminutos dedos son incapaces de acertar las cuerdas correctas y esa aparente torpeza, en realidad se convierte en una forma mágica de tocar la guitarra.
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